martes, 25 de enero de 2011

A dos bandas (antifricción)

Ven, tenemos que hablar.

No agaches la mirada. Sabes muy bien lo que has hecho. No digas nada aún, déjame hablar a mí primero.

Durante todo este tiempo, cada vez que recorrías mi piel con tus labios pensé que eras mía. Sólo mía. ¡Cuán equivocado estaba!

He encontrado en ti marcas de otro hombre. No intentes negarlo, es más que obvio. Flagrantes pruebas de tu ultraje.

Me has hecho daño infinidad de veces, me has causado mil heridas. He sangrado por tí. Pero ésto es un punto de inflexión. Voy a deshacerme de tí.

Calla. Las excusas no sirven de nada. A partir de hoy vivirás rodeada de inmundicia.

Adiós.


Todas las maquinillas de afeitar sois iguales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario